
A lo largo del último año, una gran cantidad de empresas han decidido crear sus propios smartwatches. Incluso compañías que nunca antes tuvieron experiencia con los relojes inteligentes, como Fitbit y Garmin, se han adaptado a la nueva tendencia de los smartwatches.
Ahora, la empresa de investigación Forrester ha emitido un nuevo informe que pretende brindar algunas estimaciones y detalles sobre por qué veremos cada vez más gadgets como el Fitbit Ionic y el Vivoactive 3. De hecho, las primeras estimaciones apuntan que el mercado de los smartwatches representará un 55% de todos los wearables en el año 2022, frente al 21% del año 2016.
Los smartwatches, entre los wearables más populares en la actualidad
Hay varias razones por las que los smartwatches dominarán el mercado de los wearables. En primer lugar, sus precios serán cada vez más bajos debido a un aumento en la competitividad del sector.
Cada vez más compañías tratarán de hacer smartwatches buenos y baratos con el fin de superar a sus rivales. Además, los consumidores tendrán más razones para comprarse un smartwatch, puesto que estos llegarán equipados con cada vez más sensores (orientados a la salud, notificaciones, pagos móviles o actividades relacionadas con los viajes).
Al mismo tiempo, Forrester asegura que las compañías se volverán cada vez mejores a la hora de fabricar relojes inteligentes con buenas experiencias de usuario. Apple, Samsung, Fitbit e incluso Garmin están mejorando y optimizando las interfaces de usuario y equipan a sus dispositivos con multitud de opciones de personalizaciones.
Las capacidades enfocadas en la salud serán el principal factor de crecimiento de los smartwatches
Una de las principales razones por las que los wearables se volverán más importantes en los próximos años tiene que ver con la salud. Forrester informa que las compañías trabajan e investigan métodos para integrar los wearables en los sistemas de salud de todo el mundo.
Esto significa que, en algunos casos, los médicos podrían llegar a aconsejar el uso de wearables y monitores de salud a los pacientes con diversos problemas (afecciones del corazón, trastornos del sueño, hipertensión, etc.), y las aseguradoras deberán hacerse cargo de esos gastos.
Uno de los principales problemas a los que podrían enfrentarse los wearables en el futuro es la falta de esfuerzos de las compañías para integrar funciones cada vez más fiables. Por ejemplo, los consumidores podrían dejar de comprar smartwatches si sus sensores no son lo suficientemente precisos o si las recomendaciones que dan no son útiles para mejorar su salud.
En general, Forrester prevé que de aquí al 2022, el mercado global de los wearables moverá cifras de hasta 9.100 millones de dólares, frente a los 4.800 millones de dólares del 2016.